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La mujer perfecta

Por Gabriel Fajardo

Hace poco mientras observaba a un vagabundo que parecía estar un poco loco escuche que, con una envidiable lucidez, decía: “todas las mujeres son perfectas, la madre, la novia, la esposa, la amiga; todas son perfectas, las altas, las bajas, las bonitas, las feas, todas, todas son perfectas”.

Hace poco también, al ojear un tratado sobre la sexualidad humana, en uno de los libros encontré un capitulo titulado “Misoginia”, que evaluaba el papel histórico de la mujer, su condición frente al hombre y toda la serie de vilezas que este ha cometido con su compañera de especie a través de los tiempos. El pequeño larousse define la misoginia como miedo o aversión a la mujer y de verdad ha habido tanto de lo uno como de lo otro para que se hallan cometido tantos atropellos que en algunos casos rayan en la crueldad y que por mucho que nos jactemos del avanzado y civilizado mundo de hoy, aun subsisten.

Desde el episodio bíblico que ubica el origen de la mujer como un apéndice del hombre y su señalado carácter perverso al causar el pecado original, la mujer ha cargado con el estigma que determinaría la subcondición en que ha debido vivir, aceptando sumisamente un destino que solo muy recientemente ha empezado a cambiar aunque no totalmente. Basta con recordar que el Concejo Revolucionario de Irak (1990) decía que un hombre puede matar impunemente a su esposa, madre, hija, tía, sobrina, prima por parte paterna si cree que es culpable de adulterio o la mutilación a que son sometidas las jóvenes de algunas tribus africanas o para no ir muy lejos, la infame condición de las mujeres en el Afganistán  del derrocado régimen Talibán. Un poco mas atrás en la historia, en plena Edad Media, algunos jerarcas de la iglesia determinaron por poco margen de votos a favor, que las mujeres también eran seres humanos dotados de alma.

La misoginia tiene una historia documentada de más de cinco mil años y una no documentada que se remonta a la prehistoria y sorprende que hombres célebres e ilustres pensadores hayan contribuido a crear el mito de la condición inferior de la mujer. Estos son algunos ejemplos:

Aristóteles: “La hembra es hembra en virtud de cierta falta de cualidades”.

Erasmo de Rótterdam: “La mujer es, reconozcámoslo, un animal inepto y estúpido, aunque agradable y gracioso”.

Pitágoras: “Hay un principio bueno que ha creado el orden, la luz y el hombre, y un principio malo que ha creado el caos, las tinieblas y la mujer”.

El Corán: “El dominio masculino es indispensable para que los hombres puedan apropiarse del producto de la fecundidad femenina”.

Mòliere: “Por muchas razones no es bueno que la mujer estudie y sepa tanto”.

Sacha Guitry: “Si la mujer fuera buena, Dios tendría una”.

Honoré de Balzac: “Emancipar a las mujeres es corromperlas”.

Noel Clarasó: El hombre que a los veinte años no cree en la mujer no tiene corazón, y el que sigue creyendo en ella a los cuatro ha perdido la razón”.

Sthendal: “Apenas han encontrado marido, se convierten en maquina de fabricar niños, en perpetua adoración por el fabricante”.

Esta es solo una pequeña muestra de una gran lista de frases de hombres que realmente sobresalieron en sus profesiones y no deja de extrañar que mentes tan brillantes hayan podido producir tantas estupideces. Como tonta, estúpida y hasta corrupta ha sido la misoginia religiosa, con lo que la religión se vincula una vez mas con uno de los grandes males históricos de la humanidad, misoginia que castro la posibilidad de contar con la mujer para el desarrollo de un cristianismo mas sensitivo, misoginia alimentada desde la misma teología por Santo Tomas de Aquino y San Agustín, aunque en San Agustín no debe haber sido mas que remordimiento y terror a su pasado. No hay que olvidar tampoco la oscura época de la inquisición y el ajusticiamiento en la hoguera de cualquier mujer sospechosa de herejía, tiempos en que se castigaba hasta los malos pensamientos (claro, en la mujer). La rotunda negativa para que la mujer acceda al ministerio sacerdotal, fuera de misogínica me parece muy, muy sospechosa.

¿Temor a que la mujer con su mayor sensibilidad desplace al hombre? Es probable.

Y hablando de religión, recordemos aquel famoso episodio del amor frente al clero, el amor de Abelardo y Eloisa, ¿quién gano?. Quien iba a ganar. Eloisa a un convento y Abelardo en su lucha perdería pureza, castidad, hábitos y… testículos.

Pero vamos también un poco al refranero popular para comprobar que la misoginia combinada con el machismo esta presente en todas nuestras esferas sociales. Quien no ha escuchado:

“Las mujeres malas, son las más buenas”.

El señalamiento de que la mujer no sirviendo para otra cosa, sirve para el placer. Sin embargo lo malo es malo y punto. Una mujer mala es una mujer fatal, cierto, pero un hombre malo o un Don Juan empedernido también lo es.

“No puedo vivir sin la mujer. Y con ella tampoco”.

¿Qué comentar?

“¿Cuándo las mujeres pueden ir a la luna? Cuando haya que barrerla.”

De mal gusto.

“El hombre propone, Dios dispone y la mujer descompone”.

Por mi parte prefiero evocar a las grandes mujeres y heroínas de la historia, a Juana de Arco, a Pocahontas, a Manuela Beltrán, a Ana Frank, a Anais Nin, a Rigoberta Menchú, a María Zambrano, a Margarite Yourcenar (una de mis preferidas), a Cleopatra calumniada y vilipendiada porque tuvo el mundo a sus pies, en fin, evoquemos a todas las mujeres que desde el anonimato ayudaron a construir la historia, a esa otra mitad de nuestra especie que con virtudes, logros y luchas tiene por lo menos la mitad de la responsabilidad de lo que el mundo ha llegado a ser. Y me quedo con la frase del vagabundo aquel por exagerada que parezca, sí, todas las mujeres son perfectas, todas son hermosas y perfectas, los hombres necesitamos de ustedes, ustedes son la alegría, el equilibrio y el verdadero sostén de nuestra especie, son valientes, arrojadas, sensibles, inteligentes, esforzadas, sagaces, lúcidas, tiernas, fuertes, luchadoras, el encanto que ilumina este punto azul pálido, como describiera Carl Sagan a nuestro planeta Tierra.

“EL HOMBRE SE DISTINGUE DE LOS DEMAS ANIMALES POR SER EL UNICO QUE MALTRATA A SU HEMBRA”

Jack London.

Mujer hermosa, virtuosa y valiosa, el día de hoy conmemoramos tu vida y tu lucha, porque las mujeres perfectas como tú, merecen ser celebradas todos los días.

Te compartimos algunos libros especiales, perfectos para este 08 de Marzo: